Las obras expuestas, de varias dimensiones, componen un lenguaje plasmado en color y resina: trabajos que recuerdan la relación con el tiempo, donde la búsqueda de una particular sensibilidad pictórica del color se convierte, con el volumen y el corte escultórico, en fundamento de la obra.

"Mi trabajo está unido al tiempo. "Tessere" "Rette" "Tondi" y "Compressioni" completan paso a paso mi alfabeto personal"

La exposición explora el lenguaje del artista recorriendo sus etapas fundamentales.

Trabajos que nacen de capas graduales de color tono sobre tono y veladuras superpuestas que recuerdan la pintura tonal veneciana y testifican la fuerte unión de Ivan con sus orígenes.

Encerradas en jaulas de plexiglás y poliestireno donde se va colando la resina y "liberadas" después de la solidificación, las obras adquieren lentamente volumen, en una operación de apertura y cierre hacia el exterior que el artista repite casi hasta el infinito para cristalizar el paso del tiempo en cada estrato; un proceso que realmente se interrumpe sólo con la colocación final de la obra en el espacio.

Una ecuación de tiempo, color y volumen bien visible en el contraste entre la superficie lisa y brillante del impacto frontal y el aspecto crudo de los lados que muestran la complejidad del trabajo y le relación entre materia y escultura.

COMPRESSIONI

La nueva serie de trabajos, que enriquece el "alfabeto" de Ivan De Menis, nace de la voluntad de frenar el paso del tiempo; pero si en todos los trabajos los bordes son la memoria histórica de la obra, el lugar donde son evidentes las contaminaciones y el tiempo necesario para las repetidas manipulaciones del artista, en las "Compressioni" esto vale también para la superficie.

Si las "Tessere" se forman estrato a estrato y la tonalidad final es el resultado de la superposición de capas, las "Compressioni" nacen de la voluntad de protección y se llevan a cabo con paneles de poliestireno prensados sobre la tela. Una evolución gradual del lenguaje, donde cada capítulo está unido al sucesivo y las nuevas geometrías que se forman recuerdan a las anteriores "Rette" y "Tessere".

Un recorrido donde se convierte en fundamental la relación con el espacio, verdadero continente de la obra vista ya no de manera frontal y didáctica, pero en movimiento y observada desde otras perspectivas, indagando en el volumen, la forma y la materia.

"Ser un artista significa dejarse contaminar por todo lo que me rodea, experiencias, personas y emociones que continuamente entran y salen de mi vida; sólo desde este torbellino de sensaciones consigo, extrapolándolas, crear mi lenguaje artístico".